Muchas veces escucho las historias de nuestras madres, de nuestras abuelas, y son tan distintas a las nuestras. Tan distintas.
Hoy en día, no vivimos, sobrevivimos, y lo hacemos como podemos.
Hoy en día, no vivimos, sobrevivimos, y lo hacemos como podemos.
"Todos tenemos un muerto en el placard..." O no???
Yo, no les puedo decir la cantidad que tengo, en vez de descontar... todo lo contrario, sumo!!! De distintas formas, edades, talles, colores…
Diego, el del crucero (que ya conocen) y su adicción por el fernet, y todo tipo de bebida que tuviera un mínimo de alcohol:
“Tomamos una botellita de vino en la cena”, “Vamos a un café, así me pido mi Fernet”,
“YO, tomo mucho??? Noooo.”
Hernán, de Internet y su pequeña obsesión con su Audi:
“No cerrés fuerte”, “No podés tomar nada en el auto, agua??? mmm”, “Llueve … qué hago??? No puedo sacar el auto.”, “Mmmmm, cómo coloco el soporte del GPS???!!!”
Maxi, el que me dejó sin altar, y su fanatismo por todo aquel partido donde rodara una pelota:
“No te pongas cariñosa, está jugando China contra Kamchatka!!!”, “Estoy viendo la Copa de la Re Copa del Mundial de Copas…”, "Cómo qué deporte estoy viendo??? No ves que hay una pelota!!!"
Cuántos muertos seguiré juntando???
Y por qué los juntamos??? O mejor dicho … para qué???
Vos, cuántos tenés???